Los primeros cultivos de tabaco se realizaron, por los españoles, en 1530 en territorio de la isla de Santo Domingo, adquiriendo su cultivo un rápido desarrollo que lo llevó en menos de un siglo de las tierras de América hasta Europa, Asia (se introduce por los portugueses y se comienza su cultivo en el siglo XVII, sobre todo en Japón y Filipinas) y África (costa oriental, Madagascar y más tarde en Egipto y Marruecos). Su cultivo y comercialización fue objeto de regulación por los países, mediante la monopolización en unos casos y con el establecimiento de impuestos que gravaban su producción o consumo en otros.
Jean Nicot, embajador francés en Lisboa, envió en 1560 a la reina madre, Catalina de Médici, esta hierba, cuyas virtudes medicinales había comprobado.
Con ello se extiende el empleo del tabaco aspirado y la planta adquiere fama medicinal, derivando de este apellido, su nombre genérico, (nicotiana). En 1585 La planta fue llevada a Inglaterra por Francis Drake y el también inglés Walter Raleigh inició en la corte isabelina la costumbre de fumar tabaco en pipa. El uso del tabaco se difundió rápidamente por Europa y posteriormente alcanzó Rusia y en el siglo XVII llegó a China, Japón y la costa occidental de África.
Tras la expansión mundial de la planta, Las principales plantaciones de tabaco se establecieron en Virginia, Brasil (Bahía de Recife), Nueva Granada (Venezuela), Nueva España (Guadalajara) y en las islas del Caribe, especialmente en Cuba y, en menor escala, en Filipinas y en las islas holandesas. Comienza un comercio internacional de tabaco en el que España lo produce en América, Francia en las Antillas y Guayanas, Portugal en Brasil e Inglaterra en Virginia y La Florida.
A partir de finales del siglo XIX, la industrialización y mecanización del proceso de fabricación de cigarrillos posibilitó su difusión a una mayor población e hicieron su consumo más masivo. En pocas décadas, el consumo de cigarrillos se generalizó en la mayoría de países occidentales, hasta alcanzar a más del 50% de la población adulta.
El despegue de este consumo masivo de tabaco se produce, en Estados Unidos, a partir de los años 20 del siglo XX, entre los años 30 y 40 en Europa Central y a partir de los años 50 en España. Este fenómeno desencadenó uno de los problemas de salud más graves que ha afrontado la sociedad moderna.